Que viva el país que descuida y edifica terrenos protegidos, que viva el país que va a la cola de todo lo bueno que pasa en Europa, que viva el país en el que vivo, que termina un año más con casi ochenta victimas mortales de violencia de género, que viva el país en el que los asesinos pasan un año en la cárcel mientras el que roba comida por necesidad pasa cinco, nuevamente que viva el país en el que la libertad se paga y a la libertad de expresión también le ponen precio.
Atrás quedan los años de gloria de un país que agoniza política y socialmente. Un país en el que la sociedad se cobija en el deporte para evadirse de la realidad decadente de un país cobarde y que en el que la mayor iniciativa para crear empleo es levantar aceras y ponerlas de nuevo pagando un sueldo miserable a inmigrantes que nadie controla o que simplemente no quieren controlar. Viva España y viva el retraso social, económico, y otros muchos aspectos.
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